Yo lo amaba y, creo, que todavía lo sigo amando. Tampoco quiero dejar de hacerlo, por más que algunos estados del Facebook digan lo contrario. Podría decir que es resentimiento, que es bronca y desilusión. También un poco de odio, no lo voy a negar. Capaz envidia de que él haya encontrado la forma de ser feliz. Pero, prefiero resumir y llamarlo dolor. Dolor de haberlo perdido y que haya terminado mal. Dolor de que piensen que lo usé y lo manipulé, y cosas así que andan diciendo y que hasta él mismo piensa. Dolor de que digan eso, porque yo de verdad lo amé. No jugué nunca con él, porque para mi era una persona super valorable y lo sigue siendo. Porque por más cosas que pasen, lo que pienso de él nunca va a cambiar y mis sentimientos menos y creo haberlo demostrado, porque como siempre dijimos, pasamos muchas cosas juntos, y si algo hubiese cambiado, no hubiesemos llegado tan lejos. Para mi, él era el hombre de mi vida, sin exageración. Te juro que pensé que lo era. Porque sentía que me amaba, que era el primer chico que en verdad me valoraba. Tal vez me equivoqué, por más que sentía eso, también sentía que era su segunda opción y si algo no le salía bien, tenía a la estupida de Ivana. Pero, a pesar de todo, para mi sigue siendo el hombrecito de mi vida. Del que nunca me voy a poder olvidar, por más que lo intente. Al que nunca voy a dejar de amar, por más que tenga cien relaciones más. Nadie va a poder ocupar el lugar que tuvo y que tiene hoy en mi corazón, en mi vida. Porque no le voy a dar la oportunidad a nadie. No me quiero volver a enamorar. Capaz tenga algún otro novio o esté con algún otro chico, pero no voy a estar enamorada de ninguno. Porque eso lo logró sólo uno y va a ser el único. Si algún día decide volver, sabé que yo voy a estar más que dispuesta, pero dudo que vuelva... aunque lo voy a esperar toda la vida.