Vivimos viendo sin ver. ¿Por qué nos cuesta tanto ver de verdad, ver lo que es tan evidente? Somos curiosos, queremos ver, ver todo. Pero, ¿estamos preparados para ver de verdad lo que hay para ver? Todo lo que tenemos que ver está ahí, siempre está ahí a la vista. Lo importante nunca está oculto, solo se trata de querer verlo.
Cuando queremos podemos ver con los ojos, con la nuca, con el alma, ver hasta lo invisible.
Ver, verte, verme ¿Podés verme, puedo verte? Estoy acá, estás ahí, si queres podes verme, solo tenes que querer. Estás vivo y solo debes despertar ¿Podes? ¿Queres?

Lo sabés, no hay arma más seductora que contestar siempre la verdad.

Se me ha perdido un corazón, por eso hoy quiero  brindar por los fracasos del amor.

No sé por qué, no soy así, pero siento la necesidad de...

ESTAR DE JODA.

Yo sé que soy complicada, que me cuesta ser una chica simple. Se también que soy histérica y enroscada, que muchas veces no logro quedarme callada llegando así a cansar a las personas con mi voz. Puede ser que aunque tenga mis momentos de sencillez y seguridad, muchas veces soy caprichosa e insegura. No tengo el autoestima muy alto, pero eso sí, hay días que soy la mejor del mundo. Sé que no logro mantener mis pies sobre la tierra, y muchas veces por eso me llevo desilusiones y me dejo llevar por lo que dicen. Se mantener una sonrisa hermosa cuando algo me gusta y las personas que amo me hacen feliz y son sinceras conmigo. Pero si hay algo de lo que no tengo duda es de qué me hago querer por lo que soy y no por lo que los demás quieren que sea.