13/10/11

Sinceramente, no aguanto más nada. Tengo ganas de desaparecer del mundo. Bah no del mundo literalmente, si no de lo que yo considero, hoy por hoy, mi mundo. Estoy cansada. Cansada de siempre querer hacer las cosas bien y que ni una me salga, aunque sea un poquitito, como yo quería. Estoy rodeada de gente que, por más que diga que me quiere/ama, no lo hace y a mi eso me duele muchísimo, porque yo si los quiero. Y si, ese es uno de mis principales defectos. Quiero y mucho. Nunca pensé que querer a alguien fuera un defecto, es más, en algún momento, pensaba que querer a alguien era una virtud, porque hay que aprender a querer a alguien, con todos sus pros y contras. Trato de ser lo mejor que puedo ser con mis amigos, porque creo que se merecen lo mejor de mi. Pero últimamente, no recibo nada de ellos. Con esto no quiero decir que espero que se cumpla la famosa frase de “dar y recibir”. No, porque lo que haces por un amigo, no creo que se tenga que devolver. No es un favor, es una obligación. Por algo son amigos. Pero no voy a eso, a lo que me refiero es que, si yo voy con la mejor onda, ellos pongan aunque sea un poquito de su voluntad y también le pongan onda. Porque si es como dicen, que me quieren y blablabla, no me imagino como van a ser cuando me odien.

Gente, chicas principalmente, que yo creía que estaba todo bien, pero así de la nada me entero que no es así. Y eso me cae como un balde de agua fría. Porque me pongo a pensar lo mal que estuve por una de ellas hace una semana, por algo que me sentí sumamente culpable cuando me entere. Me pongo a pensar lo bien que me caía la otra. Y el discurso que se mando aquella que, si bien nunca me cayó bien, me pedía no falsedad. Las tres hablando mal de mi. No sé si lo harán porque piensan que yo también lo hago, pero no, no lo hago ni me interesa hacerlo. Pero no entiendo, las dos primeras diciendo cosas que hieren porque… porque tienen boca nada más. Y la última, ¿es la misma que me pedía que no sea falsa, que quería que nos llevemos bien? ¿Es la misma? Creo que la respuesta es: Si, si es la misma. Es la misma falsa que vino un día con el puto discurso de la paz, pidiendo cosas que ni ella hace poniéndose, obviamente, en el papel de víctima. Y esta bien, si vos queres ser la víctima y a mi me queda el papel de la mala, te aseguro que va a ser la primera novela en la que gane el malo y en la que la víctima sea patética. Porque flaca sos patética diciendo algo y contradiciéndolo con hechos. A mi no me mueve lo que vos digas, pero que arrastres a tus amigas me da por los ovarios. No la lleves por mal camino, si vos no podes ir por el bueno.

Para colmo, como un mes rompiéndoles las bolas a los chicos para ir al cine, cuando deciden ir, ¿las invitan? Te pedí por el amor de Dios que no les digas nada, pero no, vos le tenías que decir. ¿Qué onda si yo te digo que invite al cine al innombrable para vos, eh? No vas, ¿no? Bueno, entonces disfruta el cine y después me contas como estuvo la peli.

El amor. Y si, con mi problema de querer, el amor me juega en contra. En ese sentido soy una boluda con todas las letras bien puestas, porque me engancho de la nada y eso lleva a que, después, sufra. Todos dicen lo mismo, vos me tratas mal, no me demostras que me queres, etc. Atrás de todo eso hay una historia y que tiene que ver con el pasado, lo inmadura y chica que soy todavía. Yo tengo miedo. Si, miedo a volver a caer en lo que caí todo el verano. Miedo a que me vuelvan a lastimar y estar meses llorando, con la idea fija de que no tengo nada más por lo que vivir. Necesito alguien que me ayude a cambiar eso, porque sola no puedo, pero se ve que esa persona no existe. Y se me hace un nudo en la garganta, y se me llenan los ojos de lágrimas, cuando pienso que ya no va a ver alguien que me devuelva la felicidad que un día perdí. Y si, puede sonar dramático, pero es así.

Tampoco creo que lo busco en un chico sea tan complicado. Nunca me gustó un chico por lo superficial, siempre por cómo es. Quiero alguien que no cumpla el rol de un novio, sino el de un amigo. Poder contarnos todo, sin que ninguno se enoje. Es decir, confianza plena. Ponele que cuando pase una mina que se parte sola y todos sus amigos la miran con la baba colgando, él haga exactamente lo mismo. Sin hacerse el boludo que mira para otro lado, porque esta casado. Porque después cuando no esta con vos, hace todo lo que no puedo hacer mientras estaba al lado tuyo. Y eso a mi no me gusta. No el que mire cuando no esta conmigo, sino que tenga esa forma de ser: con vos soy uno, sin vos soy otro. Quiero un chico que las 24hs del día sea igual, este conmigo, sus amigos, sus amigas, la mamá o Bin Laden, alguien que sea totalmente transparente. Porque para mi, así se genera la confianza, y se tendría una relación sin prohibiciones y celos. Pero parece que aunque sea una boludes, es muy difícil conseguirlo.

Después están mamá, papá y mi hermana. Si, mi hermana, la hija preferida, la linda, la flaca, la buena, la inocente, la victima de todo, la estrellita de la familia. Bueno, todo lo contrario debería ser yo y por eso mismo me gritan, me putean y me dejan la autoestima por el piso. Los gritos de mamá cuando digo “no tengo ganas de estudiar”, diciéndome “Estudia porque te vas a llevar todas, blablabla!” Como si alguna vez en mis 10 años de colegio, me hubiese llevado alguna materia. Como si trajera notas bajas todas las semanas. Creo que se le mezclan las hijas

Los golpes de mi hermana. Claro, como ella es un pan de Dios, es imposible que me putee y mucho menos que me pegue. La pendejita me caga a palos, pero siempre la culpa la tengo yo, porque ella es chiquita y no hace maldades. Encima ahora que tomo la comunión es toda una santa! Déjenme de joder, el otro día me sacó el celular, que peso tras peso me compré, y lo tiro al piso, de pura maldad no más. Pero GUARDA, seguro se le cayó sin querer.

Y por último, papá y esas cosas que dice, que es como si te chocaras con la pared. “Estas gorda” “Si no haces algo, vas a ser una pelota” “Así no vas a tener novio nunca” “Salí de aca, ¿Dónde está mi hija linda?” Pero para, ¿qué carajo te pasa? Hubieses usado forro y te hubieras ahorrado el tenerme como hija y de última me hubieses dado en adopción. Capas hubiese sido un poquito más feliz.


Estas cosas a mi me hacen mierda, literalmente. Y no tengo ganas de seguir viviendo así. Me gustaría poder irme de mi casa, cambiarme de colegio, cerrar el Factbook, empezar de cero. Pero no puedo, ¿sabes por qué? Volvemos al “defecto”. No puedo porque los quiero, y no los puedo dejar. Es como arrancarme el corazón, dejarlo acá e irme. Es como tratar de empezar una vida nueva sin sentimientos, porque todos los dejaste con tu vida anterior. Me gustaría decir “yo sigo viva por ellos”, pero no es así, porque si fuera por ellos, yo ya estaría muerta. Creo que sería “yo vivo para ellos”, porque daría hasta mi vida, por verlos reír…


11/10/11

Poema N°20.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla, mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda.