21/12/09

Discuciones difíciles.

Todo parecía tranquilo después de aquella pelea, ella no había recibido ningún golpe y él, bueno, él no había recibido ningún insulto. Ya se habían acostumbrado, se peleaban, volvían a amigarse y así, todos los días. Ella lo justificaba diciendo "El es un buen chico, sé que me ama, solo que hay pequeñas cosas que no puede controlar, ya va a pasar, ya pasará..." Pero ella no sabía que decir estas cosas la iban a lastimar, tarde o temprano la iban a lastimar. Hasta que llegó el día, otra pelea más y todo se desmoronó, un ataque de nervios de ella y un ataque de sinceridad de él... Llegaron las palabras, los insultos, el llanto.-

ÉL: Creía que podrías ayudarme a llevar esta relación adelante!
ELLA: Dices eso! Pero tú jamás hiciste nada porque esto funcione! Siempre soy yo la sumisa!
ÉL: Nadie, te pidió que lo seas, deberías haberme dicho desde un principio las cosas que te molestaban de mí!
ELLA: Mira...Yo aún te sigo amando, como a nadie, estas discuciones, para mí, no son nada mas que un par de gritos por un mal día, vamos, no sigamos peleando, tomemos un poco de aire, quieres que salgamos?
ÉL: No, no quiero salir, no quiero que sigamos peleando. Mira, no lamento decirte esto, sabes que no te puedo mentir, que no sé hacerlo y es duro para que lo escuches, pero, ya no quiero seguir contigo...
ELLA: [...] pero, cómo? Qué es lo que he hecho mal? Yo...yo puse las manos en el fuego por tí, hice todo por tí, tú lo sabés, no puedes decirme esto, así, por nada
[...]
ÉL: Es que, ya me cansé de tí, has hecho que me canse de mi vida, de "nosotros", y si tú pusiste las manos en el fuego por mí, pues...lo lamento? Nadie te ha pedido que lo hagas...

[...]