9/6/10

Ódiame, por piedad yo te lo pido.
Ódiame sin medida ni clemencia.
Odio quiero más que indiferencia,
porque el rencor hiere menos que el olvido.
Si tú me odias, quedaré yo convencida
de que me amaste, hombre, con insistencia.
Pero ten presente, de acuerdo a la experiencia, que
tan solo se odia lo querido.